Todos los inviernos por estas latitudes escasea el alimento para las pequeñas aves. Los rosales silvestres (Rosa canina), majuelos (Crataegus sp.), zarzamoras (Rubus plicatus), etc., pierden todos sus frutos y solo quedan los amentos y semillas de algún fresno (Fraxinus excelsior), y algún escaramujo que se resiste a desprenderse.
Todo ello, sumado a las nevadas que pueden ser bastante generosas en esta zona de la montaña leonesa, hacen posible que un simple comedero con pipas o cacahuetes, unas manzanas, pan, o un trozo de grasa colgado de una rama, sean un buen reclamo para poder observar a los pájaros alimentarse durante el invierno.
El Hide
De este modo, allá por el mes de noviembre mis amigos Javi y Oscar, y yo,
preparamos un nuevo Hide de fotografía y observación de fauna, que se suma al que ya tenemos desde hace muchos años
para aves carroñeras (esta historia para entradas venideras).
Como he adelantado, esta vez abandonamos las grandes aves carroñeras y rapaces para centrarlos en las pequeñas aves paseriformes (orden Passeriformes). Passer es el nombre latín del gorrión, así, los paseriformes son "los que tienen forma de gorrión", es decir, son aquellas aves a las que nos referimos comúnmente cuando decimos "pájaro". Por lo que este Hide queda bautizado como el "hide de pajarines”.
En un fin de semana está preparado. Vamos reuniendo las tablas suficientes,
buscando aquí y allá maderas viejas, ya que en los pueblos somos un
poco “atropones” (yo me incluyo como la que mas) y se guarda todo, y algunas veces hasta es útil.
Aprovechamos también el “cristal espía” que teníamos en
otra caseta de observación que ya esta en desuso, y fabricamos con la ayuda de
los amigos el nuevo hide.
Construcción del Hide de fotografía y observación de aves
El entorno
La situación Javi ya la tenia bastante clara, y habíamos
ido unas cuantas veces a inspeccionarla. Se trata de una zona cercana al
pueblo, pero que no es visible desde la carretera. Cerca del río y resguardada por un pequeño cortado de piedra, que de vez en cuanto desprende algunas de sus lascas.
La mayor parte de la vegetación arbustiva es caduca,
como los jóvenes robles (Querqus robur) (aunque algunos aun mantienen algunas de sus hojas,
como es normal en esta especie, fenómeno que se denomina marcescencia), también espinos
de rosal silvestre (Rosa canina) y zarzas (Rubus plicatus), donde las pequeñas aves encuentran refugio.
En las inmediaciones hay también vegetación de ribera con
predominancia del chopo (Populus nigra), algunos de grandes dimensiones, y también alamos o chopo blanco (Populus alba), abedules (Betula pendula), algún
fresno (Fraxinus excelsior) y viejos frutales (fam. Rosaceae) que pertenecían a las huertas de los habitantes del
pueblo, y que con el pasar de los años y el abandono, se han naturalizado.
Los comederos
En cuanto a los comederos, hay cientos de formas y modelos. Nosotros
tenemos unos de edición limitada, pero aquí os pongo unas fotos por si quereis
coger ideas, que no cobramos derechos de autor.
Los pájaros en invierno
Empezamos a cebarles al principio del invierno. Como esta
estación ha tenido unas temperaturas bastante mas elevadas de lo que le corresponde, las aves seguían teniendo
abundante alimento disponible en el monte y en los prados, por lo que no acudían
demasiados al comedero.
Al principio, únicamente los atrevidos páridos (fam. Paridae), carboneros (Parus major) y herrerillos (Cyanistes caeruleus), acudían al banquete.
Al principio, únicamente los atrevidos páridos (fam. Paridae), carboneros (Parus major) y herrerillos (Cyanistes caeruleus), acudían al banquete.
A medida que arranca el invierno y aun mas desde que caen las primeras nevadas, vamos viendo y escuchando muchos mas pájaros por la
zona.
Desde el hide podemos ver los altos chopos que flanquean el
arroyo, y sobre ellos cornejas (Corvus corone), cuervos (Covus corax), urracas (Pica pica), y de vez en cuando alguna
bandada de zorzales (Turdus philomelos) o camachuelos (Pyrrhula pyrrhula) que se detiene sobre las ramas.
En el entorno mas próximo al hide, los comensales mas asiduos son los ya citados carboneros y herrerillos, los preciosos trepadores azules (Sitta europaea), carboneros palustres (Parus palustris) (1 pareja que siempre acude a la cita) y pinzones (Fringilla coelebs).
También solemos escuchar casi siempre el canto de algún pícido (fam. Picidae), sobretodo al pito real (Picus Viridis), o "relinchón" como se lo conoce por aquí, al arrendajo (Garrulos glandarius) o gallo de monte, que es la mejor alarma ante intrusos o situaciones de peligro que el bosque puede tener. Escuchamos también el agudo chirrido del ratonero (Buteo buteo) sobrevolando las inmediaciones, a los milanos reales (Milvus milvus) y también al azor (Accipiter gentilis). Cuando los pájaros están comiendo como si tal cosa y de repente se alborotan y desaparecen rápidamente, siempre decimos: “anda el azor por aquí”, y efectivamente, en la mayoría de los casos, éste nos sorprende con su vuelo.
En el entorno mas próximo al hide, los comensales mas asiduos son los ya citados carboneros y herrerillos, los preciosos trepadores azules (Sitta europaea), carboneros palustres (Parus palustris) (1 pareja que siempre acude a la cita) y pinzones (Fringilla coelebs).
También solemos escuchar casi siempre el canto de algún pícido (fam. Picidae), sobretodo al pito real (Picus Viridis), o "relinchón" como se lo conoce por aquí, al arrendajo (Garrulos glandarius) o gallo de monte, que es la mejor alarma ante intrusos o situaciones de peligro que el bosque puede tener. Escuchamos también el agudo chirrido del ratonero (Buteo buteo) sobrevolando las inmediaciones, a los milanos reales (Milvus milvus) y también al azor (Accipiter gentilis). Cuando los pájaros están comiendo como si tal cosa y de repente se alborotan y desaparecen rápidamente, siempre decimos: “anda el azor por aquí”, y efectivamente, en la mayoría de los casos, éste nos sorprende con su vuelo.
Carbonero palustre (Foto de Javier Vazquez Amigo)
Mirlo común (Turdus merula) (Foto de Javier Vazquez Amigo)
Arrendajo (Foto de Javier Vazquez Amigo)
Pinzón vulgar (Foto de Javier Vazquez Amigo)
…y alguna que otra sorpresa, como los
llamativos pinzones reales que nos visitaron hoy.
Antes de despedirme me gustaría dejar claro que si decidimos poner comederos en invierno, es MUY IMPORTANTE mantener los mismos llenos de alimento durante toda la estación y hasta que comience la primavera, no podemos cansarnos o dejarlo desatendido, ya que las aves lo han aprendido y si se lo quitamos, les costara encontrar comida en otro sitio, y las podemos perjudicar muchísimo.
¡Hasta pronto!
Hola. Gran trabajo. ¿Qué medidas tiene el hide? Gracias y un saludo.
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